De lo anterior, se denota a una persona
ignorante, que vive en su burbuja de lujos y abundancia, inconsciente y alejado
de la realidad que afrontamos millones de sureños, porque el día que trabaje en
las condiciones o circunstancias en que se trabaja en los estados del sur,
sabrá que somos personas trabajadoras y con ganas de salir adelante a pesar de
las adversidades que nos rodean.
Ello, porque conozco a miles de guerrerenses
que se levantan más temprano que el propio senador y vuelven a sus hogares más
tarde que él, agotados, pero con la satisfacción de que a través de su esfuerzo
están aportando a la educación de sus hijos, a ellos les envió mi total
reconocimiento porque contribuyen al crecimiento de nuestro estado mediante su
trabajo, y desde esta tribuna les solicito que no pierdan esas fuerzas de
luchar para hacer realidad sus sueños y jamás permitan que aquellos que se
sienten traumados o frustrados porque su papa, “lo obligaba a ir a trabajar a su
oficina o al golf a cambio de recibir un pago semanal”, descalifique o
minimice el esfuerzo que realizan por ganar el pan de cada día para lo más
sagrado que tenemos, que es la familia.
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